Me encuentro en la delgada línea roja que separa dos posibles reacciones de un hombre: el sosiego mediante el que pretende entender una situación con empatía y respeto, o la ira desbocada de alguien cuya paciencia acaba de terminarse . Y todo por una razón: PP, Ciutadans y PxC me han abierto los ojos, soy idiota.
Soy un idiota sin opinión propia. No importa que haya conocido la diversidad en las gentes de países extranjeros a través de viajes y vivencias. No importa si tuve, durante años, la maravillosa oportunidad de recibir una formación trilingüe en la escuela catalana. No importa que una vida nómada me haya permitido ver la mayoría de los ángulos del prisma que forma una sociedad tan compleja y diversa como la nuestra.Da igual si he nacido en una familia plural que me inculcó el respeto como única forma de ver las opiniones diferentes a la mía. Todo eso no importa, da igual, soy idiota y mi opinión no es valida, no es propia, no es mía. Es lo que tiene ser considerado idiota… Como buen idiota que soy, basta que alguien salga en la tele y repita “Espanya ens roba!!!” para automáticamente pensar eso y convertirme en un ferviente partidario de la independencia de Catalunya. “Espanya ens roba!! Espanya ens roba!!!” repito gritando en el sofá mientras las ondas mandan esa creencia hasta lo mas profundo de mi pensamiento.”Espanya ens roba!!!” grito mientras muevo enérgicamente los brazos y doy saltitos. Nada de lo vivido, conocido, contrastado o razonado influye sobre mi opinión. Soy idiota.
Lo peor de ser idiota, sin embargo, ha sido darme cuenta de que no soy el único idiota. Estoy rodeado de idiotas. Mis amigos, payeses, granjeros, arquitectos o abogados, son idiotas. Mi padre es idiota. Mi abuela, que formó parte de la primera generación de mujeres con carrera universitaria en España, es idiota. No importa que fuera la única mujer farmacéutica de su generación, que las haya visto de todos los colores posibles o que en su época universitaria vistiera una camisa de la Falange Española; hoy opina que Catalunya debe decidir su futuro mediante referéndum y eso la convierte en idiota, porque no es ella la que opina, es Artur Mas a través de ella. Le han comido el coco, porque es idiota. “Espanya ens roba!!!” “Espanya ens roba!!!” gritamos todos en el sofá de casa mientras vemos documentales nacionalistas que nos lavan el cerebro.
Resulta, dicen, que ninguno de nosotros ha llegado a pensar lo que piensa en base a un razonamiento propio, lógico, o por haberse quedado ya sin paciencia. Cualquier opinión es inducida mediante un plan maquiavélico de la Generalitat para crear un ejercito de indepes idiotas. Deben haber gastado todo su mágico poder de manipular a idiotas con el tema del rreferéndum porque segun leo en las encuestas, estos mismos que nos dicen lo que debemos pensar van a perder las próximas elecciones en Catalunya. Sólo tienen poder para inducir algunas cosas. También deben ser medio idiotas.
Como idiota que soy se me escapan muchas cosas. Nombrarlas todas nos llevaría toda una vida. Hay una, sin embargo, que en el contexto actual especialmente me sorprende: Estando yo formado en esa escuela catalana, mala malísima, esa que te discrimina según el idioma que hablas y promociona el catalán mientras condena el castellano al ostracismo, he conseguido aprender los dos idiomas al mismo nivel. No entiendo como siendo por un lado tan idiota, incapaz de tener opinión propia, mi celebro me permitió aprender una lengua que no se enseña correctamente en las escuelas públicas de Lleida, Girona, Tarragona y Barcelona. Ahí no fu tan idiota!!